Poemas Calientes

Déjame
escapar de este caparazón
salir de mí misma
A martillo y cincel iré rompiéndolo,
saldré como la mariposa
lo hace de su capullo.
Apareceré
nueva,
íntegra
fuerte
absoluta
ante tus ojos asombrados

No más esta mujer
reprimida
humillada,
pequeñita
sumisa,
incapaz de dejar sueltos
sus deseos,
fantasías,
sueños.

Gata de uñas afiladas
Perra mostrando los dientes
Hembra
Mujer
Puta
Dueña de mi misma

Comprenderás que subestimarme
ha sido la clave para mi libertad.
Haz de
arrodillarte,
pedir perdón
humillarte
arrastrarte
antes de que mis manos vuelvan
a aterrizar en tu cuerpo,
antes de que tus manos
se mojen con mi sexo,
antes de que mi olor
se mezcle con el tuyo
para convertirse en aroma
excitante
afrodisíaco,
antes de que mi boca
aparque en la comisura de tus labios
te recorra con mi lengua
inquietante y húmeda,
te complazca como una sierva a su amo

Entonces sabrás lo que has perdido
Porque yo sé que
nunca
nadie
jamás
te hará sentir
tan hombre
tan macho
tan absoluto,
tan complacido
tan satisfecho
como yo.


sólo es mi imaginación
generando un juego perverso
tu mandas, yo obedezco
y tus manos son mis manos
y yo misma me llego
soñando que utilizas
para tu placer mi cuerpo,
sin que llegues a pensar en mi
en mí todo te tengo.

mi Amo es
la luz en el sendero
mi vicio más sincero
es ya mi amanecer
mi Amo sabe ser
amante y navegante
tan cercano o distante
como lo quiera ver
mi Amo es a la vez
la mano que me guía
la fe que me fascina
el norte de mi ser
y en cada madrugada
abrazada a la almohada
vivo entregada a El
mi cómplice erótico
mi cómplice erótico
mi grito doloroso
gemidos de placer
sabe robarme el alma
sabe darme la calma
o hacerme enloquecer
con sólo una palabra
un gesto o una mirada
que me rocen la piel
mi Amo es la paz que necesito
incluso cuando grito
de dolor y de placer
mi Amo ha sido y es
la fuente en la que bebo
la bruma en que me muevo
la razón de mi ser.

Porque ataron mis huesos
unos con otros, soy.
Porque algún día los desatarán
ya no seré.

Soy y no soy, sólo a través
de este poco de cal y de artilugio.

Camino y no me aparto de una vida
hecha de antemano
para la eterna inmovilidad;
de una muerte enderezada brevemente.

Camino todavía,
pero mi propia muerte me cabalga:
soy el corcel de mi esqueleto.